Imaginación al poder. El empecinamiento del árbitro González Umbert en no dejar jugar al CP Cacereño en Jerez de los Caballeros con ninguna de las equipaciones que presentó el conjunto verdiblanco supuso que los visitantes tuvieran que saltar al campo con un uniforme un tanto surrealista: con camiseta blanca y los dorsales escritos con bolígrafo.
Así de sencillo. A falta de tiempo para serigrafiar los números, el Cacereño actuó de esa guisa, para desesperación sobre todo de los locutores de radio que narraban el partido, pues era prácticamente imposible distinguir qué dorsal lucía cada futbolista del actual líder del grupo 14 de Tercera División.
A través de su cuenta de Twitter, el propio club extremeño explicóel motivo por el que se habían visto obligados a tomar tal peculiar decisión.
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Al margen de la anécdota, el equipo de Adolfo Muñoz acabó el 'partido del bolígrafo' derrotando por 1-3 al Jerez CF y consolidando su liderato en el grupo con 65 puntos, siete más que su más inmediato perseguidor, el Badajoz.