Movistar Inter sufrió y ganó al Deva rumano (2-1) en la segunda jornada del grupo D de la Ronda de Elite de la UEFA Futsal Cup, por lo que tiene la clasificación para la Final Four a un solo punto al igual que le sucede al Barça Lassa en el Grupo A.
El cuadro madrileño, que también se impuso en la primera jornada al Braga/AAUM por 7-0, se jugará la clasificación este domingo a las 20.00 horas frente a un Kairat Almaty que también lleva seis puntos y que necesitará la victoria para lograr el objetivo. Este viernes los kazajos han derrotado a los lusos por 1-4.
Movistar Inter salió en tromba y no tardó en adelantarse gracias a un tanto del genial Ricardinho en el primer minuto justo después de estrellar un misil en el poste. Lejos de relajarse, los locales volvieron a marcar a los ocho minutos en una magistral jugada del internacional español Carlos Ortiz, que marcó el 2-0 tras sortear a dos rivales.
Todo estaba bajo su control. No había inquietudes atrás, el ataque era un monopolio del conjunto madrileño y los rumanos apenas creaban problemas a Álex González. Lástima que el arquero se lesionó y tuvo que dejar su puesto al habitual titular Jesús Herrero, algo que podría tener su importancia el domingo si no se recupera.
Sin embargo, el FC Deva empezó a aparecer en ataque y Jesús Herrero realizó alguna intervención de mérito en los minutos finales del primer acto. Sin forzar y tratando de regular las fuerzas antes del día de descanso, Movistar Inter no conseguía cerrar definitivamente el encuentro.
Y la situación se complicó aún más cuando una buena jugada de Obada la culminó Paulo Ferreira en el minuto 27 para establecer un inquietante 2-1 que mantenía el choque en todo lo alto.
Si empataban los rumanos, Inter habría necesitado derrotar al Kairat. Y los jugadores notaron esa presión. Así las cosas, el FC Deva optó por el portero-jugador y dispuso de un par de ocasiones que hicieron temblar al Jorge Garbajosa.
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Pese a ello, el actual campeón europeo, de la Liga Española y de la Copa de España supo defenderse con orden y, en la última jugada, Ricardinho logró evitar una entrada criminal de un jugador rumano. Lo dicho, un empate el domingo e Inter defenderá su título.