Nada más aterrizar en el Barça con tres cuartas partes del equipo en el Mundial y con Sergio Lozano ultimando su recuperación, Jesús Velasco veía “imposible” ganar los tres títulos grandes. “Pues parece que me podría equivocar”, comentó con una sonrisa tras ganar el primer partido de la final ante Palma.
La realidad es que el toledano tuvo que competir en el primer partido liguero con solo dos días de entrenamiento colectivo en un duelo en Son Moix que se saldó con un sonoro y lógico 6-2.
Pese a los problemas físicos en una temporada de locos con Mundial, Eurocopa y Copa América y con una plantilla más corta que en cursos anteriores, poco a poco el equipo fue creciendo hasta convertirse de largo en el mejor del panorama doméstico y también del fútbol sala europeo.
Una vez logrado el billete para la Final Four tras ser primero en la Ronda Principal y en la Ronda de Elite de la Champions, el Barça conquistó la Supercopa de España el 27 de febrero tras superar a Inter por 3-1 en semifinales y al Palma Futsal en la final en la tanda de penaltis (3-2).
Después llegó la Copa de España pese a la importante baja de Ferrao. Los azulgranas se impusieron al Jimbee Cartagena por 3-1 en cuartos de final, a Inter por 4-6 en ‘semis’ con un hat-trick de Sergio Lozano y a ElPozo Murcia en los penaltis en una final que acabó como el rosario de la aurora por un escándalo que derivó en la sanción a Taynan por 15 partidos tras agredir a un árbitro. O al menos tras intentarlo y poner todo su empeño en ello.
El tercer título y el más importante llegó en Riga. La cuarta Champions se fraguó con una remontada en ‘semis’ ante el Benfica (4-5 tras irse al descanso 3-0 abajo) y una exhibición (4-0) ante el ya excampeón Sporting.
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Ahora, el Barça tiene dos opciones para sellar un póker que solo se consiguió con Marc Carmona en la campaña 2011-12 con la Liga, la Champions y las dos Copas.