Ganar esa esencial y necesario para el Barça, pero tampoco ocurrió en esta ocasión. Un inicio de liga que parece maldito después de la consecución de la Champions sumó otro capítulo en el Palau, marcado por la acción polémica del partido, un penalti de Sergio Lozano muy protestado por el propio jugador y el banquillo azulgrana, que supuso la expulsión del capitán.
La primera amarilla de Lozano llegó en el primer minuto de encuentro, lo que evidenció que se trataría de un partido muy duro y trabado, justo lo que acabó siendo. Volvían Dyego, Joselito y Andreu Plaza, y Ferrao celebraba con rabia el primer gol del partido a los dos minutos que suponía un rayo de esperanza. Un minuto más tarde, un desvío de Lozano cambiaba la trayectoria de un tiro lejano de Eloy Rojas y despistaba a Dídac, colocando el empate.
Ya en la segunda mitad, era Ferrao quien volvía a adelantar a los azulgrana, pero a seis minutos del final, la jugada del penalti la transformaba de nuevo Eloy Rojas. El Barça terminó el choque con portero jugador y mandó un balón al poste, pero no llegó la épica.
Aún en posiciones de descenso con dos puntos en seis partidos, los de Andreu Plaza necesitan encontrar el botón que consiga revitalizarlos en liga y enderezar el rumbo para levantar la cabeza y remontar. A partir de ahora, lo esencial es comenzar a puntuar de tres en tres y salir de esta racha tan negativa.
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Con el punto, el Barça sale del último puesto de la tabla aunque está a la espera del partido del O Parrulo Ferrol, con los mismos puntos y un partido menos.