Casi tres años después de la última vez, el Barça recuperó una de sus grandes tradiciones navideñas. El entrenamiento a puerta abierta de la sección de fútbol sala, que fue acogido como una fiesta grande en la que participaron un total de 2874 aficionados en plena comunión con una plantilla que disfrutó del gran ambiente y del apoyo de un público entregado.
La tradición, que se instauró la pasada década con Marc Carmona en el banquillo y una sección aún en pañales, tuvo que ponerse en paréntesis por culpa de la pandemia y ayer, con el Barça instaurado en el liderato de la liga, volvió a celebrarse por todo lo alto.
La fiesta, en la que participaron grandes y pequeños, tuvo un formato nuevo, con dos equipos encabezados por Sergio Lozano y Miquel Feixas que se enfrentaron entre sí en diferentes pruebas como una pachanga con trampas y un concurso de malabares.
"Estamos muy contentos de estar aquí después de unos años en los que no hemos podido disfrutar de estas puertas abiertas por la pandemia”, afirmó Dídac Plana. “Es importante volver a coger esta dinámica porque creo que es muy productiva, tanto para los niños, las familias como para los jugadores, para crear esa unión equipo/afición”, añadió. “Nos sentimos muy orgullosos”.
NOTICIAS RELACIONADAS
La presentación de los jugadores contó con un espectáculo de luces al más puro estilo NBA y un DJ que amenizó el ambiente. La fiesta acabó con los jugadores animando al público a cantar la mítica ‘Un día de partit’, que no puede faltar en los encuentros de los azulgrana en el Palau.