El partido entre Huachipato, de Chile, y el Gremio, de Porto Alegre, (1-1) acabó como el Rosario de la Aurora. Los gauchos se clasificaron para los octavos de final de la Copa Libertadores y su entrenador, Vanderlei Luxembugo, lo celebró con una sonrisa irónica, que encendió los ánimos del entrenador local, Jorge Pellicer.
`Luxa¿ se retiraba rápidamente hacia la caseta jactándose, pero tuvo la mala suerte de resbalar justo antes de entrar en el túnel de vestuarios. Los ánimos andaban ya muy caldeados y se desencadenó una tangana de dimensiones considerables, con puntapiés y golpes por todos los lados. El ex del Madrid fue agredido. Después acusó a su colega chileno de haber incitado todos los incidentes. La versión de los locales es diametralmente opuesta.