El club Terek Grosny podría recibir una suspensión de hasta cinco partidos, según el diario 'Sport Express'.
La situación ocurrió durante el empate 0-0 ante el Rubin Kazan, cuando el árbitro Mijail Vilkov expulsó al capitán del Terek, Risvan Uziyev.
Entonces se escuchó una voz en el estadio que gritó "idiota" al árbitro. Era el presidente del Terek, Ramsan Kadyrov, quien a su vez preside la República de Chechenia. Kadyrov gritó además que "el árbitro está comprado", pero luego pidió disculpas por sus palabras.
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