El encuentro se suspendió en el minuto 89, a falta de sólo uno para el final, debido al masivo lanzamiento de objetos y bengalas al césped y la irrupción de hinchas en el mismo. En ese momento, el PAOK perdía por 1-2.
Ya antes de ese abrupto final, el técnico del Olympiacos, Marco Silva, había sido golpeado en la espalda por un objeto rellenado con agua lanzado desde la grada, mientras daba instrucciones a sus jugadores desde la banda.
La otra semifinal la disputarán este jueves el AEK y el Atromitos (18:30 h).
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