La MLS, que debe iniciarse el sábado con el encuentro entre Los Ángeles Galaxy y el Chicago Fire y que tendrá el domingo a su duelo estrella con el enfrentamiento entre Orlando City y New York City, con el reencuentro de Kaká y Villa, podría retrasarse debido al desencuentro entre la dirección de la Major League Soccer y el Sindicato de jugadores y que está cerca de provocar una huelga de estos últimos.
Las diferencias entre organización y jugadores se centran en dos temas concretos: la exigencia del gremio de futbolistas para que la MLS acepte la condición de agentes libres de los jugadores al finalizar su contrato respectivo con un club, tal y como lo establece la FIFA, y una propuesta para elevar los topes salariales, algo a lo que se resiste la Liga.
La MLS está preparándose por si las negociaciones no avanzan. Una alternativa sería retrasar el inicio de la temporada, aunque se contempla más adecuado la opción de acordar con los jugadores el arranque de la Liga sin un convenio, bajo las condiciones del anterior contrato que expiró el 31 de enero mientras las partes siguen negociando.
Don Garber, Comisionado de la MLS, ha impuesto una ley del silencio a los clubs mientras se mantienen las conversaciones y la organización ya multó al propietario del Real Salt Lake, Loy Hansen, por manifestar su rechazo a las propuestas de los futbolistas.
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De acuerdo a fuentes del gremio de futbolistas, el sindicato está dispuesto a declararse en huelga si no se cumplen sus exigencias, aunque Óscar de la Hoya, propietario de Houston Dynamo, se mostró convencido que Don Garber y la MLS "están haciendo un buen trabajo para que el público, los dueños de equipo y los jugadores estén felices".