"Hoy el cielo hizo una contratación bomba y decidió quedarse con el mejor. Nunca te olvidaremos Calero", rezaba una de las numerosas mantas portadas por los aficionados que lloraron, se abrazaron, aplaudieron y cantaron en honor al jugador.
Miguel Calero sufrió hace nueve días una trombosis y aunque los médicos insistieron en que su vida no corría peligro, el jueves pasado su estado comenzó a complicarse y el lunes fue diagnosticado con muerte cerebral, fase previa a su fallecimiento.
Poco antes de las 20:30 (02:30 GMT), el coche fúnebre hizo su aparición en el auditorio Gota de Plata de Pachuca, centro del país, y a partir de ahí fueron constantes las muestras de respeto y dolor al arquero, campeón con los Tuzos de la Copa Sudamericana 2006, de cuatro torneos de liga y tres de la Concacaf.
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Mientras algunos futbolistas como el portero argentino Federico Vilar mostraron su solidaridad a la familia del jugador retirado, aficionados del Pachuca y de otros equipos hicieron un solo grupo para alabar al portero, con 50 partidos para la selección colombiana.