Marruecos se impuso por la mínima ante una Eslovaquia que mostró más efectividad. Y es que la selección marroquí tiró hasta siete veces entre los tres palos, mientras que a los eslovacos les bastó transformar el único remate a puerta.
La primera parte pasó sin pena ni gloria. Fueron los seleccionados por Renard los que más lo intentaron. Hasta once remates a puerta hizo una selección marroquí que solamente pudo dirigir a la portería de Sulla dos de ellos. Por su parte, Eslovaquia pasó de forma inédita en tareas ofensivas en el primer tiempo.
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Tras pasar por los vestuarios las cosas se animaron. Contrariamente a lo que venía sucediendo, todo cambio cuando llegó el 0-1 de Eslovaquia que llevó la firma de Gregus. Un disparo a puerta, un gol. No dejaron los marroquís que la cosa siguiera así por mucho tiempo. A los cinco minutos del gol visitante llegó el empate de El Kaabi, que hacía pocos minutos que se encontraba en el terreno de juego. Marruecos lo siguió intentando y tanto fue el cántaro a la fuente que Belhanda lo terminó rompiendo haciendo el 2-1. Remontada merecida de unos locales que lo intentaron muchísimo más que su rival.