Los insultos racistas hacia el delantero de los dragones Moussa Marega, que decidió abandonar el partido en el minuto 68, empañaron este domingo la victoria del Oporto por 1-2 ante el Vitória de Guimarães, que lo sitúa a un punto del líder, el Benfica.
Fueron tres minutos de mucha tensión. Marega, que había anotado el 1-2 en el munuto 61, se hartó y decidió abandonar el terreno de juego, a pesar de la insistencia tanto de sus compañeros como de los rivales.
Los gritos racistas desde la grada del Vitória de Guimarães fueron respondidos por Marega -que militó la campaña 2016-2017 en este club- con los pulgares hacia abajo y tomando el camino de los vestuarios.
Durante tres minutos los jugadores no lograron convencer al maliense, mientras el técnico Sérgio Conceiçao gritaba al público "esto es una vergüenza", a la vez que muchos aficionados, conscientes de la gravedad de los insultos racistas, comenzaron a corear el nombre de Marega.
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