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'Kun' Agüero, el compañero ideal de Messi que apenas pudo disfrutar

“Le has dado a los fanáticos del fútbol inglés goles, astucia y el momento más grandioso de la Premier League", le despidió Gary Lineker

Agüero ha sido durante todos estos años -y continúa siendo- un “jugador total”

De leyenda: los números del ’Kun’ Agüero en el Manchester City / | Perform

El anuncio de la marcha de Sergio Kun Agüero del Manchester City, no por previsto, deja de ser menos impactante, y son varias las razones acumuladas para que lo sea. Están sus registros: los 257 goles que lo sitúan como el máximo artillero de un club con 141 años de existencia; el hecho de ser el máximo goleador extranjero en la historia de la Premier, por delante de nombres tan ilustres como Henry, Cristiano Ronaldo, Cantona, Drogba o Van Nistelrooy; el que más hat-tricks ha marcado y, junto a Wayne Rooney, quien más tantos ha festejado enfrentado a los Big Six del fútbol inglés. Pero todavía hay más...

Desde su primera aparición entre los grandes, cuando apenas tenía 15 años y debutó en el Independiente, Agüero fue un jugador diferente, tanto que apenas si demoró unos meses en convertirse en ídolo del club de Avellaneda. Le costó una temporada adaptarse al fútbol europeo cuando en 2006 llegó al Atlético de Madrid, pero en cuanto lo hizo estableció una fructífera sociedad con Diego Forlán para obtener una Europa League en 2010 y ganarse el traspaso a la Premier League al año siguiente, en lo que sería el comienzo de un ascenso imparable hacia el estrellato internacional.

“Le has dado a los fanáticos del fútbol inglés goles, astucia y el momento más grandioso de la Premier League [el gol al Queen's Park Rangers en el último suspiro que dio al City su primer título en 44 años]”, lo despidió Gary Lineker en Twitter; “Es el más grande zorro del área”, le elogió hace un par de años Graeme Souness, cuando los especialistas ingleses comenzaron a preguntarse si estaban en presencia del extranjero más grande que haya pasado por la historia de la Liga del país que inventó el fútbol; “Un jugador con una inteligencia poco común para un centrodelantero”, le describió en estos días el analista brasileño Leonardo Miranda.

Una dimensión tremenda

La dimensión de lo que ha significado el Kun durante los diez años de permanencia en los Blues se puede medir en números, pero también estudiar en sus movimientos en la cancha, eso que supieron ver y aprovechar Roberto Mancini, Manuel Pellegrini y Pep Guardiola, sus entrenadores en Manchester.

Porque al margen de ser un artillero implacable, de su habilidad, de su velocidad explosiva en tramos cortos y de su fortaleza física para hacer valer su bajo centro de gravedad y aguantar el balón de espaldas a portería, Agüero ha sido durante todos estos años -y continúa siendo- un “jugador total”, el que más cerca está del inalcalzable Lionel Messi, su amigo y compinche en la selección argentina, el compañero que siempre soñó con tener en el Barça.

El Kun entendió a la perfección la necesidad del fútbol actual de ser un delantero “líquido”, un 9 letal sin ser 9, un 10 con visión de juego y capacidad asociativa sin ser 10. Gracias a esa cualidad pudo convivir en total armonía con delanteros puros como Forlán, Higuaín o eventualmente Gabriel Jesús, pero sobre todo, dialogar de tú a tú con extraordinarios centrocampistas ofensivos como David Silva o Kevin De Bruyne. La capacidad de encontrar los espacios ideales para retrasarse, participar en el armado de la jugada y segundos más tarde aparecer libre en el área para definirla fueron convirtiéndolo en un delantero soberbio, un megacrack, un ídolo.

La reflexión de Agüero sobre Leo Messi / | PERFORM

Poco valorado en Argentina

Quizás sea en su Argentina natal donde menos se valore la excepcional trayectoria del Kun, como mínimo tan notable como las de sus compatriotas Batistuta o Kempes. Las decepciones de los hinchas albicelestes en los últimos Mundiales lo condenaron a recibir las mismas críticas que Messi, Higuaín o Di María, sin reparar que Agüero integra por méritos propios la constelación de las máximas estrellas futbolísticas que dio el país.

A partir de ahora queda por delante un tiempo donde deberá jugar a dos puntas. Por un lado, porque todavía puede ser partícipe de varios éxitos con el City hasta el final de temporada -líder cómodo de la Premier, finalista de la EFL Cup, semifinalista de la FA Cup y cuartofinalista en la Champions League, el título más deseado- y no querrá perderse ninguna para coronar una carrera incomparable.

Por otro lado deberá definir su futuro. Se especuló mucho con la posibilidad de jugar junto a Messi en el Barça, pero la opción es muy improbable, dado que Ronald Koeman quiere un delantero más joven y con mayor capacidad de sacrifico defensivo. En un primer vistazo, y aunque quizás suene increíble, parece difícil encontrarle hoy acomodo al Kun en la plantilla de cualquier equipo de los grandes europeos, aunque cuando se acerque el mercado estival y comience el movimiento de fichas podrían abrirse huecos para que siga deleitando a sus fans con sus fintas, sus regates y sus goles.

 

En todo caso, y más allá de dónde continúe su carrera, lo hecho ya es suficiente e imborrable. Y si no, que se le pregunten a los hinchas del Manchester City que deberán habituarse a verle en la estatua que tendrá en el Etihad y ya han comenzado a echarle de menos sobre el césped, ese lugar donde les ha hecho sentir tan pero tan felices.

Leo Messi