Jonás Gutiérrez es un luchador. El centrocampista argentino le ha ganado la batalla a un cáncer testicular y el fútbol le tenía reservada una celebración más que merecida. Jonás marcó el domingo el 2-0 que certificaba la salvación de su equipo, el Newcastle United, ante un West Ham que plantó cara. Y lo celebró como merecía la ocasión, quitándose la camiseta y mostrando una alegría más que justificada.
Hace tres meses que Jonás Gutiérrez vuelve a sentirse futbolista, después de haber luchado contra la cruel enfermedad. Siempre tuvo confianza en que volvería a vestirse de corto. Primero, logró volver a jugar y el domingo, lo rubricó con un gol, además, muy importante para su equipo, que lo estaba pasando mal.
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No ha sido una buena temporada para el Newcastle, con muchos nervios, y a Jonás no le ha gustado la actitud de los dirigentes de las 'urracas'. En su celebración, se dirigió también a la tribuna principal y se ha especulado con una mirada desafiante hacia el palco. Y es que Jonás acaba contrato esta temporada y no le han ofrecido todavía la renovación. Ha demostrado regresar con un alto nivel de juego, y además de ser un muy buen futbolista, Jonás se merece también seguir como persona.