Japón lo ha vuelto a hacer. Un ejemplo de civismo y educación, la selección nipona de fútbol ha sido noticia (otra vez) en la Copa Asia como también lo fue hace unos meses en el Mundial de Rusia. El combinado japonés se enfrentó en la gran final del torneo a Catar, sorprendente e inesperada ganadora del título por primera vez en su historia.
Lejos de demostrar un mal perder o de pagar la rabia y la impotencia de la derrota con las instalaciones, los nipones dejaron el vestuario más limpio si cabe de cómo se lo encontraron. La cuenta oficial de ‘Twitter’ de la Copa Asia publicaba un ‘post’ tras el encuentro en el que adjuntaba una foto del estado del vestuario, verdaderamente impoluto. Además, el combinado nacional japonés dejó antes de marcharse un mensaje en la pizarra en tres idiomas (árabe, inglés y japonés) con la palabra ‘gracias’.
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Como decíamos, no es la primera vez que protagonizan un episodio así los japoneses, que en el Mundial de Rusia, después de caer eliminados ante Bélgica, también abandonaron las instalaciones dejando un vestuario como nuevo. Seguramente debamos aprender todos mucho de la educación y los valores de una cultura en ese sentido mucho más avanzada que la nuestra.