Un gol de Peter McParland, el 17 de junio de 1958, puso a Irlanda del Norte en el mapa del fútbol mundial. El, como Gerry Armstrong, Pat Jennings o Mal Donaghy forman parte del selecto club de futbolistas que disputaron un torneo grande, un Mundial en su caso. Lograron lo que no pudo el mismísimo George Best, que se quedó en puertas en 1966 (un gol de Albania) o Aaron Hughes. Y a ellos se les unió el grupo actual, el de Josh Magennis, que al cabo de 30 años llevó a Irlanda del Norte a la primera fase final de la Eurocopa de toda su historia.
La selección británica derrotó a Grecia en Windsor Park y sentenció con grandeza su clasificación para el torneo de Francia, clasificándose por delante de Rumanía y Hungría, que se jugarán la otra plaza directa y dejando fuera a Grecia o Finlandia, selecciones con mayor ascendente en el fútbol continental.
"Fue grandioso, es un éxito histórico de una generación de jugadores con mucha implicación, un grupo entregado y que ha hecho soñar a toda una afición" expresó Liam Johnstone, periodista inglés que reconoció el alcance de la gesta del equipo norirlandés.
Irlanda del Norte, que se estrenó en la fase de clasificación del Mundial de 1954, que no superó, alumbró en el de 1958 clasificándose para los cuartos gracias a la victoria sobre Checoslovaquia en la prórroga, con el protagonismo de McParland. Aplastada por Francia (4-0) no volvió al escenario hasta 24 años después.
Fue en el Mundial de España, en 1982, cuando Irlanda del Norte fue protagonista de su mayor éxito internacional. Encuadrada en el grupo 5, debutó empatando sin goles frente a Yugoslavia, igualó 1-1 ante Honduras... Y cerró la primera fase venciendo a España en Mestalla con un gol inolvisable de Gerry Armstrong.
Bajo el mando del legendario Billy Bingham, cayó en la segunda fase tras igualar con Austria (2-2) y ser apabullada otra vez por Francia en una despedida agridulce pero que la colocó nuevamente en el escenario, que mantuvo con aquella generación durante otros cuatro años.
Tal y como ha ocurrido ahora camino de la Eurocopa, Irlanda del Norte se clasificó para el Mundial de México superando en la fase de clasificación a Rumanía y Finlandia. En tierras aztecas pasó sin pena ni gloria, cayendo ante España y Brasil y empatando frente a Argelia para ser eliminada en la primera fase.
Nunca más volvió a un Mundial (ni llegó a rozarlo en la fase de clasificación) y se mantuvo invisible en lo que a Eurocopa hace referencia, hasta que el equipo dirigido por Michael O'Neill, nacido en Portadown y que entre 1988 y 1996 disputó 31 partidos con los Norn Iron.
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Para la historia del fútbol, siempre quedará su partido en el Mundial de 1982 frente a España.