Después de que el Comité Olímpico Estadounidense haya dado plena libertad a sus deportistas para asistir a los próximos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro el verano que viene a causa del virus Zika, las primeras hipótesis de renuncia han llegado del mundo del fútbol. La portera titular de la selección norteamericana Hope Solo ha asegurado que "hoy por hoy no iría a los Juegos, porque no quiero afrontar el riesgo de tener un hijo enfermo".
Hope Solo, de 34 años, está casada con el excampeón de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) Jerramy Stevens y no tienen hijos todavía. "No sé cuándo llegará el día para Jerramy y para mí, pero personalmente me reservo el derecho de tener un bebé sano", explica antes de añadir que "ningún atleta en competición en Río debería encontrarse de cara con este dilema y aquí las atletas femeninas debemos tomar una elección que no tienen los atletas masculinos".
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El virus Zika puede provocar microcefalia en bebés recién nacidos de madres infectadas. "Aceptamos esta elección particular en cuanto mujeres, pero no acepto ser forzada a tomar la decisión de competir por mi país y sacrificar la salud de un bebé, o estar en casa y renunciar a mis sueños y objetivos como atleta", asegura Hope Solo, quien subraya que "los Juegos Olímpicos deben celebrarse en un ambiente seguro para los atletas, masculinos y femeninos, y no deben estar obligados a tomar una decisión que podría sacrificar la salud de un bebé".