Desengañado en el Barcelona, Guillermo Amor desembarcó en Australia, en Adelaida, en agosto de 2014 seducido por su amigo y entonces entrenador del Adelaide United Josep Gombau. En julio de 2015 ocupó el banquillo por la renuncia del catalán, quien tras dos años de éxitos decidió emprender una nueva aventura... Y en enero de 2016 la mano del legendario ex azulgrana comienza a notarse.
Amor comenzó con mal pie su aventura al frente de los reds, puesto que enlazó las primeras ocho jornadas de Liga sin ganar, arrancando apenas tres empates y siendo colista del campeonato.
pero a Greg Griffin, gran avalador en su día de Gombau y que apadrinó su cambio por Amor, no le tembló el pulso. Le mantuvo en el puesto a pesar de la crisis del equipo y el fútbol le acabó dando la razón. Al presidente y, por supuesto, al entrenador.
Desde el 28 de noviembre la escalada del Adelaide United ha sido constante y después de sumar solo esos tres puntos en ocho jornadas los reds suman 14 de los últimos 18 puntos disputados, habiendo ascendido hasta la sexta posición, ya con derecho a disputar el play-off para el título que defiende el Melbourne Victory.
Este sábado dio el golpe venciendo al Perth Glory, en el que es indiscutible Diego Castro, por 1-3, con un gol de Sergio Cirio, uno de los principales cracks del equipo.
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La próxima semana recibirá en casa al Central Coast con la esperanza de alcanzar ese play-off más viva que nunca. Porque la paciencia y el fútbol le han dado la razón a Guillermo Amor.