Finlandia sonrojó a Francia, a menos de 72 horas del compromiso de Nations League ante Portugal en Lisboa. Didier Deschamps experimentó en casa y con gaseosa, pero la prueba le salió falluta al de Baiona. Dos contragolpes, a cual mejor ejecutado, sometieron a la campeona mundial. Ni Griezmann ni Mbappé fueron titulares en un combinado 'bleu' de batalleo. El 'Principito' salió media hora y con el 0-2. Insuficiente.
Percutiendo insistentemente por la izquierda, con un Lucas Digne hiperactivo y el extramotivado debutante Marcus Thuram. Francia arrancó abrumando a Finlandia, desbordando a Hämäläinen en su parcela. El travesaño amargó el estreno al delantero del 'Gladbach. Digne sirvió desde el córner y Thuram, potente en el juego aéreo, ganó el salto a Schüller y Väisänen para estrellar un cabezazo contra el larguero. Sin tiempo para digerir la desgracia, el hijo del mítico Lilian no amortiguó ni embocó en el área pequeña un centro colgado por Dubois. Completamente desmarcado tras romper la guardia finlandesa.
Dinámico y agresivo, el campeón mundial asustaba, pese a la alineación de aroma suplente diseñada por Didier Deschamps. Músculo en la parcela ancha, equilibrando dos laterales profundos como Digne y Dubois. N'Zonzi, Pogba y Sissoko, ahí se desangraron los 'bleus'. El 0-1 llegó precedida de una inoportuna pérdida del 'spur'. Forss superó a Lenglet por velocidad y resolvió por encima de Mandanda. Primera aproximación nórdica y pelota a la red.
El marcador favorable reforzó el planteamiento de Markku Kanerva. Apuesta 'all in' al contragolpe. No tardó en sonar de nuevo la flauta. Y menuda melodía. N'Zonzi cubrió con la mirada a Valakari y éste respondió con un zurdazo a la escuadra que dobló la punta del guante a Mandanda.
Ni con Griezmann
NOTICIAS RELACIONADAS
Una nueva advertencia de Kauko colmó la paciencia de Deschamps. Griezmann, a escena. Faltaba algo más de media hora y el seleccionador galo introdujo al 'Principito' azulgrana y Anthony Martial. La posesión continuó del lado francés, nunca la abandonó, pero los espacios eran cada vez más reducidos. La acumulación de delanteros, junto a dos líneas de ocho futbolistas finlandeses (5-3), tornaron intransitable la parcela nórdica. El peligro brilló por su ausencia.