Lanza Perkins, residente en Pembroke (Canada) se ha llevado un gran susto al recibir la última factura telefónica. Resulta que esta ascendía a 5.255.03 libras esterlinas, unos 7.000 euros. La razón, el videjuego de la FIFA.
Las compras realizadas por su hijo con la Xbox cuando jugaba al FIFA han provocado que la factura ascendiera a esta cantidad. La solución ha sido drástica. El padre ha prohibido cualquier tipo de videojuego en su casa. No quiere más errores.
Según informa el diario Metro, haciéndose eco de unas declaraciones del padre en la CBC News, Lanza Perkins comentó que "cuando vi la factura, en hundió. Fue un duro golpe ver lo que se había cargado en esa factura".
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"Mi hijo pensó que se trataba de una tarifa única. Nunca pensó que se estaba cargando en la factura cada transacción que estaba realizando, cada vez que entraba en el juego", explicó Perkins, que también anunció que "a partir de ahora no entrará más en mi casa cualquier otro sistema o Xbox". Su hijo ya sabe ahora como funcionan los videojuegos.