Portugal se impuso sin demasiadas florituras a una Escocia que plantó cara pero que no pudo con la eficacia portuguesa. La selección de Fernando Santos demuestra que también sabe ganar y golear sin Cristiano Ronaldo.
Portugal se llevó una primera mitad insulsa y con las características típicas de un partido amistoso de selecciones. El cuadro portugués, además, introdujo muchos cambios y jugó con un plantel 'B' que no dejó malas sensaciones. Ida y vuelta, muchas ocasiones y poca intensidad. Así se resumió una primera parte donde ambas selecciones dispusieron de buenas ocasiones para irse al descanso con el marcador a favor.
Escocia fue superior en el dominio del juego y apretó de lo lindo a una Portugal que tampoco sufría demasiado más allá de alguna ocasión clara del viejo rockero Naismith, que fue uno de los más activos en ataque. No obstante, la vigente campeona de Europa ejerció de combinado 'grande' y encarriló el partido. Un centro potente del realista Kevin Rodrigues lo aprovechó Hélder Costa para poner el 0-1 justo antes del descanso. Escocia iba por detrás en el marcador pese a no merecerlo.
En la reanudación, el cuadro escocés se fue a por el empate desde el primer minuto. Mckenna tuvo las tablas pero su cabezazo, cuando estaba completamente solo, se marchó por muy poco. Tras unos primeros instantes de mucho dominio, Escocia fue claramente a menos y Portugal reaccionó.
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Bruno Fernandes y Hélder Costa tuvieron grandes ocasiones para abrir distancias pero sería Éder, el héroe de la Eurocopa, el que pondría el 2-0. El ariete portugués aprovechó una falta botada por Renato Sanches para cabecear a la red. Con el gol, el cuadro dirigido por Fernando Santos bajó, más si cabe, el pie del acelerador y dejó que los minutos corrieran. Aun así, a Bruma todavía le dio tiempo para quitar las telarañas de la escuadra y poner el broche final al partido. Naismith maquilló el marcador en la última jugada del partido.