Hay partidos amistosos que hacen honor a su nombre y el Marruecos-Argentina fue un encuentro en el que las emociones fuertes brillaron por su ausencia. La albiceleste, sin Leo Messi, cuajó una actuación discreta y solo Correa en las postrimerías del encuentro fue capaz de desnivelar el marcador.
Marruecos dominó el esférico durante la primera parte aunque sin crear peligro. Boutaib disfrutó de la ocasión más clara del primer acto pasado el cuarto de hora en una jugada colectiva que le dejó solo ante Andrada, pero el delantero definió flojo al muñeco. Hasta el descanso, acercamientos tímidos de ambos equipos y solo en el 32' un tiro de falta que desvió Lautaro estuvo cerca de convertirse en gol.
Si los aficionados luchaban contra los bostezos, los futbolistas debían hacerlo contra un fuerte viento que no paró de soplar a lo largo de la contienda y que dificultó aún más que el espectáculo mejorara.
En la reanudación el guión del partido no cambió y parecía que los futbolistas dosificaban bastante sus esfuerzos para evitar sustos antes de entrar en el tramo decisivo de temporada con sus respectivos equipos. Sin embargo, Ángel Correa no entiende de relajación y en el minuto 84 anotó el único gol del encuentro cuando parecía que el duelo se encaminaba hacia el 0-0.
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El delantero del Atlético recuperó un balón en zona ofensiva y tras una pared con Matias Suárez acabó batiendo a Bono con un buen tiro cruzado. Triunfo y gracias para una Argentina que se salvó por pelos del suspenso.