La despedida de Fabio Capello de Rusia no pudo ser más triste, poniendo colofón de una manera descorazonadora a su dirección de la selección rusa, con una cena en la que poco menos le dejaron solo.
El entrenador italiano, de 62 años y que acordó abandonar el puesto el 14 de julio tras llegar a un acuerdo con la Unión de Fútbol de Rusia, organizó una cena de despedida el sábado en Moscú, reservando un salón para 50 comensales en el restaurante Gusiatnikoff y que le costó aproximadamente 5.000 euros.
De acuerdo a lo publicado por el tabloide ruso Komsomolskaia Pravda, solamente los futbolistas Kokorin, Kerzhakov, Vasili Beresuzki y Samedov acudieron a dicha cena, disculpando su presencia muchos otros por encontrarse ya de pretemporada en sus equipos.
Tres integrantes del cuerpo médico de la selección y su esposa acompañaron a Capello junto a los cuatro futbolistas, no asistiendo tampoco nadie de la federación, con la que acordó un finiquito no dado a conocer pero que podría superar los tres millones de euros.
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La posición de Capello se entendía crítica en Rusia desde hace varios meses y a mediados de junio, tras la derrota de la selección frente a Austria por 1-0, una agrupación de aficionados iniciaron una campaña para recolectar dinero con el que poder despedirle.