Benfica y Porto llegan al sprinf final de la Liga portuguesa con un mínino punto de ventaja para las 'águilas', que vieron cómo Iker Casillas firmaba una actuación magistral evitando la derrota de los 'dragones'.
El clásico portugués respondió a lo esperado, es decir, más emoción que buen juego, alternativas en el marcador y bastante tensión.
El equipo de Rui Vitoria abrió pronto el marcador al transformar Jonas un penalti cometido por Felipe sobre el propio Jonas. Poco después, Jonas se encaró con el técnico del Porto, Nuno Espírito Santo, prueba de que el clásico empezaba a caldearse.
Un disparo desviado de Óliver Torres en el minuto 20 fue la única aparición del equipo blanquiazul en el primer tiempo, en el que al Benfica no le importó ceder la iniciativa para sorprender a la contra.
Con el 1-0 se llegó al descanso y a los cinco minutos de la reanudación Maxi Pereira aprovechó un mal despeje de Lindelof para empatar. A partir de ahí el Porto se creció y Soares tuvo una buena ocasión para marcar en la que no acertó.
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Superada la pájara, el Benfica asumió el peso del partido y apretó todo lo que pudo. El Porto tuvo que recular y, por encima de todo, recurrir a la categoría de Iker Casillas, que sacó dos manos prodigiosas a remates de Jonas y Mitroglou.