Sorprendió Jorge Jesus, entrenador del Benfica, con una respuesta inesperada y arrogante al ser comparado el fútbol de las 'águilas' con el del Barcelona. Los lisboetas acababan de arrollar al Standard de Lieja en Europa League y los elogios agasajaban al técnico. "No tiene nada", espetó el de Amadora sobre la escuadra que dirige Ronald Koeman. Una sentencia quizás precipitada y poco ponderada, analizando la pretemporada benfiquista y el fracaso en Salónica ante el PAOK en la previa de Champions. Bien debería saber el veterano entrenador de las consecuencias de escupir al cielo.
Invicto hasta el lunes, el Benfica ha mordido el polvo estrepitosamente y de forma consecutiva en Primeira Liga. El Boavista les pintó la cara el pasado lunes. El Braga hizo lo propio en Da Luz. El Sporting CP distancia ya en cuatro puntos a su némesis ciudadana.
Los 'arzobispos' confesaron los pecados de una defensa lisboeta que, pese a su veteranía - Otamendi y Vertonghen- no acaba de carburar. Medeiros dejó cadáveres a su paso para definir lejos del alcance de Vlachodimos, cuando el reloj apuntaba al interludio. Increíble eslalon y mejor finalización.
Francisco Moura encedió las alarmas con una zurda prodigiosa. Elmusrati rompió la retaguardia con una asistencia en profundidad. No reaccionaba el Benfica y una falta de coordinación entre Vlachodimos y Otamendi se convirtió en sonrojo. Moura, que pasaba por allí, metió la cabeza para avergonzar al griego.
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Seferovic se encargó de maquillar el resultado. Primero con un remate de primeras a asistencia de Rafa Silva y sobre la bocina tras una acción de Grimaldo. Pasan los años y el helvético no se olvida de marcar.