A pocos días de que el Flamengo comience su participación en el Mundial de Clubes, donde es la principal amenaza para el Real Madrid, de nuevo Arturo Vidal se ha situado en el ojo del huracán.
El siempre polémico jugador chileno no aceptó de buen grado su suplencia ante el Boavista en el campeonato brasileño, y al sentarse en el banquillo de suplentes comenzó a arrojar violentamente todos los objetos que tenía a mano, visiblemente contrariado.
Vítor Pereira, técnico del 'Fla', no se mordió la lengua en la rueda de prensa posterior: "No estar contento es algo muy natural, pero nosotros tenemos que tomar decisiones. Decisiones que se basen en nuestro análisis, en base a las ideas que tenemos sobre los jugadores que ahora son más capaces de ayudar al equipo".
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El preparador del conjunto carioca manifestó que "ante todo, debemos poner a la plantilla por delante y al club por encima de todas las ambiciones personales".