A Martín Presa, presidente del Rayo, no lo soportan ni sus seguidores. Normal. Peculiar forma de actuar la suya. Su equipo femenino se presentó a jugar en el Johan Cruyff sin médico.
Hasta siete veces tuvieron que atender los del Barça a sus jugadoras. En lugar de agradecerlo, pusieron una demanda porque el partido se transmitía por televisión.