La Liga F y los sindicatos siguen sin concretar un acuerdo

Continuarán este miércoles las conversaciones para tratar de evitar la huelga convocada para las dos primeras jornadas del campeonato

Posturas muy alejadas en el salario mínimo. Las jugadoras pretenden que sea de 25.000€ y La Liga propone 18.000€

La Liga F, pendiente de acuerdo / Twitter

EFE

La Liga F y los sindicatos que forman el banco social para la renovación del convenio colectivo del fútbol femenino continuarán este miércoles las conversaciones para tratar de evitar la huelga convocada para las dos primeras jornadas del campeonato, tras casi cinco horas de negociaciones este martes.

Después de una primera reunión el lunes en la que no se alcanzó un acuerdo, las partes volvieron a encontrarse este mediodía en el SIMA (Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje) y volvieron a emplazarse este miércoles para tratar de desbloquear la situación, según confirmaron a EFE fuentes de la negociación

Antes del anuncio de la convocatoria de la huelga las partes ya tenían prevista la cita del lunes, en la que se mantuvieron las principales diferencias referidas al salario mínimo. Éste está fijado actualmente en 16.000 euros y la pretensión de las jugadoras es que alcance los 30.000 euros en la temporada 2024-2025, con una cantidad de 20.000 con efecto retroactivo para la campaña pasada y de 25.000 en la presente.

La última propuesta planteada por la Liga es empezar con la cantidad de 18.000€ y llegar a 25.000 en la tercera temporada.

La Liga F, a través de una nota de prensa, señala en un comunicado que en el encuentro ha transmitido "la necesidad de alcanzar un acuerdo para conseguir un clima de estabilidad que permita hacer crecer el proyecto del fútbol profesional femenino, muy especialmente tras los recientes acontecimientos deportivos e institucionales ocurridos en las últimas semanas".

Para la Liga F "resulta importante recordar la complejísima situación económica en la que se encuentra el proyecto del fútbol profesional femenino, motivada por el ahogamiento económico al que se están viendo sometidos los clubes y la propia Liga F por parte de la RFEF, cuando Luis Rubiales estaba al frente, así como por las actuaciones del Consejo Superior de Deportes, entre otras, obligando a dar el 20 % de los ingresos comerciales a la RFEF. Asimismo, conviene recordar la importancia de asegurar la viabilidad económica del proyecto, obligación que la propia Ley del Deporte establece".

Asimismo, la Liga F indica: "Comprometidos con nuestra condición de competición femenina, se han planteado importantes beneficios en materia de conciliación y maternidad, como ayudas en materia de lactancia o para el cuidado de los hijos de las futbolistas durante los entrenamientos, así como otros proyectos de ayudas a la formación y desarrollo profesional de las futbolistas entre los que se encuentran la creación de un fondo para ayudar a sufragar sus estudios universitarios y el desarrollo de programas que garanticen su formación en diversos ámbitos".

Los sindicatos FUTPRO, AFE, CCOO, Futbolistas ON y UGT anunciaron el pasado día 1 la convocatoria de una huelga para las dos primeras jornadas de la competición, que debe empezar el viernes 8 con el partido Sevilla-Tenerife (21.00h), ante la falta de acuerdo con la patronal para la mejora del convenio colectivo en el aspectos como salario, parcialidad, maternidad, formación o protocolo de abusos.

El fútbol femenino español ya ha vivido varias huelgas, la primera en noviembre de 2019 cuando las jugadoras reclamaban entonces el primer convenio colectivo y tuvo un seguimiento unánime.

El paro provocó que dos días después los sindicatos AFE, UGT y Futbolistas ON acercaran posturas con los clubes y fijaran el 20 de diciembre como fecha probable para la firma del convenio y la desconvocatoria del paro.

El documento se concretó en ese plazo con un preacuerdo que fue el prologó al texto definitivo que se suscribió meses después, en un acto histórico en el Congreso de los Diputados, el 21 de febrero de 2020, para culminar un año y tres meses de negociación y situar al fútbol femenino español en la vanguardia de Europa.

El convenio regula, entre otros, aspectos como el salario mínimo y la parcialidad -16.000 euros brutos anuales, reducibles a 12.000 para contratos a tiempo parcial-, las vacaciones, la garantía de protección en caso de embarazo y la indemnización en caso de muerte o lesión invalidante.

El fútbol femenino dio otro paso importante en España cuando el Consejo Superior de Deportes (CSD) aprobó después la profesionalización de la liga, aunque la ralentización de este proceso hizo que las jugadoras, en noviembre de 2021, empezaran los partidos con un gesto de protesta al parar 30 segundos.

Entonces no se llegó a la huelga, pero su actitud sirvió de empujón para que en la primavera de 2022 se completara la profesionalización, con la aprobación de los estatutos de la Liga, la constitución de ésta y la elección de Beatriz Álvarez como presidenta.

Hace un año, al inicio de la temporada 2022-2023, la ya denominada Liga F se encontró con otra convocatoria de huelga, en este caso por parte del colectivo arbitral para demandar mejores condiciones. La competición no pudo empezar cuando estaba previsto, pero el paro acabó con el acuerdo alcanzado entre el CSD y la RFEF.

El primero se comprometió a aportar durante las tres primeras temporadas una cantidad de 350.000 euros extra por año. Las árbitras principales pasaron de cobrar 300 a 1.666 euros por partido; las asistentes de 166 a 1.066€ y las cuartas árbitras de 84 a 250€.

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El último enero, y tras las votaciones en los vestuarios, las jugadoras eligieron el banco social para negociar la renovación del Convenio Colectivo, que está constituido con seis representantes de FUTPRO, cuatro de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), uno de Futbolistas ON, uno de UGT y uno de Comisiones Obreras.

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