No pudo ser. Si no hay un milagro en la última jornada, en la que el Atlético de Madrid recibe a la Real Sociedad y el Barça visita el campo del Levante, la Liga Iberdrola tendrá, por primera vez en la historia, color rojiblanco. Las de Ángel Villacampa supieron aguantar los arreones azulgranas para llevarse un punto de oro que les permite depender de ellas mismas en la última jornada, haciendo bueno el 2-1 de la primera vuelta en el Calderón.
El Barça, de más a menos
Entrenador y jugadoras del Barça avisaron en la previa que sería importante salir a por todas al campo conscientes de que la intensidad del Atlético podría hacer daño a las azulgranas y así lo hicieron. Con una presión muy alta y mucha participación del centro del campo y de Mariona en banda derecha el Barça encerró al Atlético en su campo en los primeros veinte minutos de partido, con una ocasión especialmente clara de Jenni Hermoso en el minuto cuatro que salió rozando el poste izquierdo de Lola Gallardo.
Sin embargo, el Atlético consiguió quitarse el agobio de encima y a base de velocidad en las transiciones acabó comiéndole terreno al Barça, hasta el punto de que a partir del ecuador de primer tiempo las colchoneras dispusieron de las mejores ocasiones. Dos remates de Alexandra López y varias jugadas a balón parado en las que el Barça mostró dudas hicieron creer a las rojiblancas, que consiguieron llegar al descanso con la mitad del objetivo cumplido.
La segunda parte tuvo más nervios que fútbol
Volvió a arrancar con ímpetu el Barça en la segunda mitad, con buen fútbol y moviendo el balón en ataque, lo que le permitió rondar el gol en dos buenas ocasiones de Mariona, cuyo mejor tiro rozó el palo izquierdo de Lola Gallardo. Sin embargo, cuando mejor estaba el Barça llegó un inocente penalti de Patri Guijarro sobre Amanda, la mejor de las rojiblancas, que cambió el guión del partido. Si bien Sonia falló la pena máxima, el rechace del mismo golpeó en la pierna de la futbolista del Atlético introduciéndose en la portería de Sandra Paños, incrédula ante la mala suerte del gol recibido.
Con 0-1 el Barça tuvo que lanzarse a por el empate, con un doble cambio ofensivo dando entrada a Olga y Bárbara por Miriam y Alexia, que dio un nuevo aire en ataque. Precisamente tras un envío hacia Bárbara que acabó en los pies de Leila nació el gol del empate. La lateral encontró a Jenni Hermoso con un gran pase en profundidad y la delantera no falló en el uno contra uno, levantando el ánimo de un público y un equipo que parecía decaído.
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La inyección de moral del gol, sin embargo, no se tradujo en claridad de ideas en la recta final, en la que el Barça quiso atacar con más ganas que fútbol y eso benefició al Atlético, que supo aguantar el empate que le daba media liga. La última ocasión clara, de Marta Unzué en el tiempo añadido, ejemplificó el ‘quiero y no puedo’ de un Barça al que le faltó frialdad y suerte en la recta final. No llegó el triunfo y al Barça solo le queda esperar en el milagro.