Volvieron a llenarse las gradas del Johan Cruyff para ver al Barça de vuelta a los terrenos de juego. 4.515 espectadores se congregaron bajo el sol de tarde de agosto en Sant Joan Despí para presenciar la primera goleada de la pretemporada. Un partido que sirvió poco para sacar conclusiones pero que sí dejó muy buenas sensaciones.
Como era de esperar, Giráldez salió con un once poco habitual para probarse ante el AEM Lleida, un once que mezclaba jugadoras del primer equipo con jugadoras del filial. Debutó Vicky López, la prometedora futbolista que acaba de cumplir 16 años y que demostró, con detalles de mucha calidad, por qué varios equipos se peleaban por ella.
Hansen fue la primera
Nada tardó el Barça en abrir el marcador. La primera goleadora de la pretemporada fue Caroline Graham Hansen. La noruega, que ejerció de líder sin brazalete durante los sesenta minutos que estuvo sobre el verde, aprovechó un gran pase en profundidad de Alba Caño. El AEM se acercó solo una vez a la portería de Gemma Font, pero una imperial Judit Pujols cortó la acción sin miedo.
Lluvia de goles
Se gustaba el Barça, con actuaciones muy notables de las más jóvenes, y la superioridad y comodidad con la dominaban el duelo se tradujo en una lluvia de goles. Laia Martret hizo el segundo, tras otra asistencia de Alba Caño, Hansen el tercero y el cuarto -de penalti- y Pina puso el quinto también desde los once metros antes del descanso.
Con el mismo ritmo y varios cambios, la segunda parte siguió el mismo guion. Un tanto tempranero de Pina, tras pase de Crnogorcevic, otro de la suiza -que volvió a mostrar su hambre de gol- y otro, de nuevo de penalti, de una Aitana cuyo nombre abundaba en las camisetas de los aficionados.
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Hubo tiempo para más. Jenni Santiago se anotó en propia tras un centro envenenado de Falcón, que volvía a jugar con el Barça diecisiete meses después, y Ari Arias, en su debut, marcó el décimo. La mejor manera de empezar la pretemporada y con una espectadora de lujo, Alexia, que animó desde la grada como una seguidora más.