HISTORIA SPORT

BALÓN DE ORO

La mentalidad de oro de una Aitana insaciable

La centrocampista del Barça valora especialmente cada triunfo, individual y colectivo, y ya piensa en el siguiente

This browser does not support the video element.

Movistar+

Maria Tikas

Quien conoce a Aitana Bonmatí sabe que le cuesta disfrutar del momento y, sobre todo, del éxito. Vive entre la exigencia y el inconformismo y siempre quiere más y mejor. Entrenadores, compañeras, amigos y familia suelen decirle que pare un momento para saborear las victorias. Y ella lo intenta, pero en el fondo de su cabeza existe siempre esa inquietud de: ¿Y ahora qué? 

Hace justo un año ganó su primer Balón de Oro, también en París, y ese mismo día supo que iba a por el siguiente. ¿Y ahora qué?, le preguntamos entonces. “Pues vamos a por más. Es muy difícil, pero no imposible, ¿eh? Ganar una Champions y un Mundial el mismo año es muy complicado, pero voy a poner todo de mi parte para seguir mejorando, para ser mejor jugadora que ayer y para mantener esa mentalidad, que creo que ha sido muy importante para llegar hasta aquí”.

Siempre dice que el día que deje de ser tan ambiciosa quizás será el momento de dejar el fútbol. “Sigo teniendo el mismo hambre”. Efectivamente. Sin Mundial, sin medalla olímpica, pero con un póker histórico de títulos, una Nations League con España y un ‘MVP’ de la Champions y otro de la Nations que valen su segundo -y merecidísimo- Balón de Oro. Y esto solo puede entenderse, más allá del talento, si se conoce bien su carácter y mentalidad. Siempre más. 

En París, esta vez, en su segunda gala, Aitana disfrutó de la noche, pero lo vivió de una manera diferente que el año pasado. “Había incertidumbre, porque esta vez ha sido diferente. No nos lo han dicho en ningún momento, cosa que el año pasado sí”, nos contaba a los medios presentes en el Châtelet. Con la entrada de la UEFA en la organización y validación de los premios se ha optado por mantener el secreto hasta el final. Solo sabían los finalistas que iban a ser finalistas, pero no quién iba a ganar. “Sí que había más incertidumbre, pero no nervios, porque yo sabía que se quedaría en casa, cualquiera de las tres nominadas [a parte de ella, Caroline Graham y Salma Paralluelo] lo merecía y solo puedo compartirlo con mi equipo, porque eso significa que hicimos las cosas muy bien todas y todos”.

Una cosa que sí tiene la centrocampista, a pesar de que le cueste disfrutar de los momentos, es que valora especialmente cada triunfo y es consciente de lo que cuesta conseguir las cosas -sin ir más lejos, hasta hace dos años no había estado nunca nominada en ningún premio internacional y ahora los gana todos-. Y que lo que consigues hoy ya no vale para mañana. Cada temporada es un lienzo en blanco, también para la que ha sido -y es- la mejor jugadora del mundo los dos últimos años. 

Aitana Bonmatí durante el discurso tras ganar el Balón de Oro 2024 / EFE/EPA/MOHAMMED BADRA

"No soy bruja, a día de hoy"

¿Y ahora qué? “No soy bruja, a día de hoy”, ríe. “No lo sé. Me gustaría que este trofeo se quedase siempre en casa, pero esto dependerá de los éxitos colectivos. Nos estamos mal acostumbrando a ganar la Champions, a llegar a las finales, y esto no siempre va a ser posible. Ojalá sí, ¿eh?, pero no me atrevería a decir que siempre la ganaremos, porque es muy complicado y cada vez más”.

Pulsa para ver más contenido para ti

Así que “valoremos lo que tenemos, porque todo lo que hemos hecho es increíble”, ella también lo hace “a nivel individual”, pero siempre, siempre, quiere más. Por el Barça. Por ella. Porque no se conforma y porque quiere seguir ganando. Por eso es la mejor del mundo. Y ya puede disfrutar de ello

Pulsa para ver más contenido para ti