La sonrisa de Lieke Martens al inicio del entrenamiento previo a la final de Turín y su rendimiento durante la sesión despejaron todo tipo de dudas de cara a la final de Champions. Ya había asegurado en rueda de prensa Jonatan Giráldez que la neerlandesa estaría en buenas condiciones pese a disputar sus primeros minutos tras su lesión ante el Atlético, pero su desempeño en el entrenamiento lo corroboró.
Más allá de las buenas sensaciones de la '22' azulgrana, la sesión dejó ver a un equipo motivado y con ganas de romper la maldición con el Lyon y llevarse a Barcelona la segunda Champions de su historia. No hubo sustos inesperados ni motivos de alarma, como sucedió hace un año cuando Alexia puso el corazón en un puño a la afición con unas molestias de última hora que estuvieron a punto de dejarle sin final en Goteborg. Esta vez todo fue bajo lo previsto y el equipo llega a la final con todas las disponibles en perfecto estado