Decimocuarta victoria consecutiva del Barça. Se dice pronto pero es de una dificultad muy elevada. El nivel futbolístico que está desplegando el conjunto de Lluís Cortés es para enmarcar. Ante cualquier circunstancia. Hoy les tocó sacar la pica y el palo para intentar derrumbar el muro defensivo planteado por el Rayo Vallecano. Tienen recursos para todo.
Un triunfo que significó el cierre de una vuelta perfecta. Sin contar el partido aplazado por la huelga ante la Real Sociedad que aún no se ha disputado, el Barça encadena 14 victorias seguidas y ya ha ganado a todos los rivales a los que se ha enfrentado esta temporada. Las vallecanas lograron arrancar un empate en el partido de la primera vuelta pero no pudieron repetir la gesta en un Johan Cruyff que es el dentista de todos los equipos.
Costó en una primera mitad donde las piernas aún no tenían carga física y el entramado defensivo de las visitantes no tenía ninguna fisura. Pero como de variantes tácticas tiene por todos lados el conjunto azulgrana la resistencia duró 22 minutos. Lo que tardó el Barça en colgar un buen saque de esquina para el remate final de Guijarro, actuando de central.
Era el día de los córner porque el segundo también llegó de la misma manera. Apenas tres minutos después, la pichichi Jenni Hermoso puso tierra de por medio con el segundo. El Rayo se agarró a Larqué que sacó todo lo que pudo a los infinitos disparos desde fuera del área que el Barça tuvo como recurso contra el muro.
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Ya en el segundo tiempo, Hermoso sumó el segundo en su cuenta particular para colocarse con 18 goles en la tabla de máximas goleadoras. Parecía que el partido moría allí pero Sheila se encargó de dar algo de fe a las vallecanas con un tanto segundos después del tercero azulgrana. Que el partido terminase tan solo 3-1 fue cuestión de puntería. A pensar ya en el Atlético de Madrid.