Una de las notas positivas del empate del FC Barcelona en Sevilla fue, sin duda, el debut oficial de Ari Arias con el primer equipo. La delantera madrileña, actual pichichi de la división de plata, vio, por fin, la recompensa a su gran temporada con el filial, campeón Liga.
Arias entró, en el 77' y con el resultado en contra (1-0), por Vicky López. El objetivo era claro: dar la vuelta al marcador para llevarse los tres puntos y mantener la racha histórica. Y confió en ella para hacerlo.
Con los efectivos que había en el campo el Barça no estaba encontrando portería, estaba impreciso y fallón en el último pase y la definición. Y aunque no marcó ella, dinamitó el ataque de un equipo azulgrana que en el 80' logró el gol del empate, obra de Crnogorcevic.
A punto de marcar
La entrada de Arias cambió la cara del Barça. Aportó ganas, garra, descaro y personalidad. Peleó cada balón y ejecutó bien la presión alta a la defensa sevillista. Y tuvo el tanto de la victoria en sus botas hasta en dos ocasiones. Una, en un remate de cabeza que no encontró puerta por poco. Y otra, con una chilena -era la única forma de intentarlo- en el 92'.
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Hay trenes que sólo pasan una vez en la vida. Si tenía una oportunidad para demostrar que puede hacerse un hueco en este equipo, Ari Arias la aprovechó bien. Solo falta que tenga más.