Ariana Arias (25 de mayo de 2003), más conocida como ‘Ari’, cambió Madrid por Barcelona el pasado verano y ha sido pieza fundamental del filial azulgrana que ha hecho historia esta temporada. Sin sus goles, el título de Liga no hubiese sido posible.
Llegó el pasado verano con la carta de libertad, procedente del Real Madrid. Había contribuido, con 13 goles en 14 partidos, al ascenso del filial blanco a la Segunda RFEF. Sin embargo, tras una época oscura en la que sufrió maltrato psicológico y laboral, tomó la difícil decisión de abandonar el club y poner rumbo a Barcelona.
FELIZ Y CON CONFIANZA
Su talento y capacidad goleadora se dejaron ver desde el primer momento. Encajó y se adaptó muy rápidamente al equipo, a nivel deportivo y personal. Hizo pretemporada con el primer equipo y hasta llegó a marcar contra el AEM Lleida y el Montpellier en el Gamper.
Ahora es feliz en Barcelona, ha recuperado la confianza en sí misma, especialmente en la segunda vuelta de la temporada en la que ha sido indiscutible para Óscar Belis, y ha brillado más que nunca este curso con el filial.
OPORTUNIDAD
Y es que Arias, con contrato hasta junio de 2024, va camino a convertirse en pichichi de la Primera RFEF, con 18 tantos. Siete más que su principal perseguidora, Patricia Zugasti (Osasuna), una distancia prácticamente inalcanzable en la única jornada que resta. Y la mayoría de ellos han sido goles que han supuesto los tres puntos.
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Sus actuaciones que han vuelto a llamar la atención de Giráldez y entró en la convocatoria para visitar a la Real Sociedad, aunque finalmente no jugó. Se espera que pueda debutar en partido oficial próximamente. Merecido.