El coordinador deportivo del Calpe CF, Gabriel Franco, es, finalmente, el único de los cuatro dirigentes detenidos que, por orden del titular del Juzgado número 3 de Dénia, pasa a prisión provisional eludible con una fianza de 6.000 euros, de la ya conocida como 'Trama del Calpe CF'. El presidente, Luciano Marziano,el secretario técnico y otro directivo salieron en libertad con cargos.
Los cuatro están acusados de un presunto delito contra el derecho de los trabajadores, pertenencia a un grupo criminal y favorecimiento de inmigración clandestina. Tras cerca de cuatro horas de declaración ante el juez decano Javier Reyes, solo Gabriel Franco enfilaba el camino de la prisión; los otros tres implicados salieron del juzgado por la puerta trasera.
A Gabriel Franco (con nacionalidad española y paraguaya) se le acusa de ofrecer trabajo mediante su empresa de intermediación, que no estaba registrada en el Registro Mercantil como exige la reglamentación de la RFEF para poder ejercer, a los futbolistas, de nacionalidad paraguaya, colombiana y brasileña. Los jugadores, arrestados también por infracción a la Ley de Extranjería, prestaron igualmente declaración en el mismo juzgado. Quedaron en libertad, pero les han abierto expedientes de expulsión por carecer de permisos de trabajo y residencia.
Las investigaciones han desvelado las penurias que padecían los jugadores. Vivían en un piso propiedad de Gabriel Franco hacinados en colchones, en condiciones higiénicas poco saludables y solo comían arroz y esporádicamente algo de pollo. Por este servicio pagaban entre 400 a 500 euros a Gabriel Franco. Según ha desvelado 'El País', los vecinos del pueblo en alguna ocasión tuvieron que ayudarles "con comida y ropa". La trama de inmigración se referían a sus víctimas como "palomos".
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El juez, en el auto, ha decretado la prisión preventiva por el riesgo de fuga y porque puede influir en los testigos.