El miniclásico que este domingo disputaron en el estadio Alfredo di Stéfano el Real Madrid Castilla y el Barça Atlètic pudo acabar de forma trágica debido a la exagerada pasión con la que los jugadores del filial madridista celebraron el 3-0 que les dio la clasificación para disputar la final del play-off de ascenso a Segunda División. Una barandilla cedió y varios aficionados cayeron al campo, aunque por fortuna las asistencias médicas solo tuvieron que intervenir por alguna lesión de carácter leve.
La situación se produjo después de que Arribas transformara el penalti decisivo en el minuto 94 que daba la clasificación al equipo de Raúl González. La mayoría de los jugadores blancos se encaramaron a una de las barandillas para celebrar el tanto con sus aficionados, pero ésta cedió a los pocos segundos y varios aficionados se precipitaron sobre el campo.
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Por fortuna, no se registraron lesiones de gravedad y el partido pudo continuar de forma inmediata. Al menos un aficionado tuvo que ser atendido por las asistencias médicas.