Uno de los grandes protagonistas en la final del pasado Mundial Sub-20 de Polonia fue Vladyslav Supriaha. Él fue el autor de dos de los tres goles que dieron la victoria a Ucrania ante Corea del Sur (3-1).
La historia de Supriaha es bastante curiosa. Su descubridor no fue otro que Jordi Gratacós, el actual director de la FCB Academy en Moscú. Él estaba de director de la academia del Dnipro cuando en una de las pruebas habituales en el club llegó un niño de 12 años, procedente de Sarata, un pequeño pueblo cercano a Odessa. El pequeño Supriaha gustó a Gratacós, quien tuvo varias reuniones con los padres del niño, hasta que aceptaron que se quedara en la residencia que tenía el club.
A partir de ahí fue creciendo y cada año a las oficinas del Dnipro llegaban las ofertas del Shakhtar y el Dinamo de Kiev para hacerse con sus servicios. Pero Gratacós consiguió retenerle varios años, aunque eso le costase incluso dinero de sus bolsillos, porque en algunos momentos tuvo que ayudarle económicamente.
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Al final, sin embargo, pasó lo inevitable. Supriaha acabó marchando, primero al Dubbel y posteriormente al Dinamo de Kiev, equipo con el que esta pasada temporada, con 18 años, ya jugó como titular la previa de la Champions League contra el Ajax