Jarro de agua fría al buen momento del Barça Atlètic. ¡Lo que puede penalizar un mal arranque de partido! El filial azulgrana salió muy frío y encajó dos goles, prácticamente consecutivos, en los primeros diez minutos que fueron ya un lastre para los de Márquez, pese a la reacción final y el gol de Víctor Barberá ante un rival muy bien organizado con cinco defensas atrás. Lo de defensa numantina no fue ningún tópico...
Goles en frío
Pero no solo se defendió bien el Numancia. Supo detectar el equipo de Iñaki Bea los puntos débiles de los azulgranas desde un principio. A los ocho minutos, Chadi alzó el codo, impactó en Rubén Mesa y el propio delantero, que ha marcado en los últimos cuatro partidos consecutivos de su equipo, se encargó de transformar el penalti, engañando por completo a Arnau Tenas. el de Vic no había encajado en los tres partidos anteriores.
Pero sin tiempo apenas para reaccionar, tuvo que buscar en la red el segundo, tras una rápida acción por la izquierda de Dani Sánchez y el remate del brasileño Bonaldo. 0-2 en 11 minutos y a remar a contracorriente.
Nunca se sintió cómodo el filial, con Pablo Torre viendo el partido desde la grada por unas molestias en el tobillo. Hubiera hecho mucha falta el cántabro. El primer disparo fue de Ilias a los 28 minutos y salió desviado. Después, fue Víctor Barberá el que disparó alto. Más cerca estuvo de tercero el cuadro soriano con una acción de David González ante Tenas.
Reacción tardía
No cambió Márquez tras el descanso y tampoco lo hizo el equipo hasta bien entrada la segunda mitad. El filial no logró superar líneas de pase y solo espabiló, ahora sí, con la entrada de Luismi Cruz y Fabio Blanco.
Víctor Barberá, que estaba solo, no llegó por muy poco al buen centro de Álvaro Núñez desde la derecha. Tampoco consiguió marcar Ilias, pese a que su chut puso en apuros a Ayesa en el rechace.
NOTICIAS RELACIONADAS
Al final llegó el gol. En el minuto 85 tras aprovechar Víctor Barberá la buena asistencia de Ilias. Creyó el equipo en la épica, pero le faltó tiempo. Aun así, la tuvo el propio Barberá en el último instante, con Arnau Tenas ya instalado en la delantera. Desvió un defensa en el increíble barullo y se acabó la buena racha.