Quería curarse las heridas a base de buen juego y tres puntos el Barça Atlètic, pero lo cierto es que nos dejó un ejercicio de frustración e impotencia en el Estadi Johan Cruyff ante el Cornellà. Los visitantes ejecutaron su plan a la perfección y rascaron un empate valioso (0-0). Los de Rafa Márquez no fueron capaces durante los 94 minutos de partidos de encontrar un solo hueco.
El técnico mexicano devolvía la titularidad a Roberto en detrimento de Barberà como ‘9’ titular. El andaluz, escudado por Juanda y Luismi en las alas. En la creación, Casadó, Álvaro y Txus Alba.
Muy poquito a rescatar de la primera mitad. El guion esperado con un Cornellà muy ordenado atrás (los siete goles encajados en nueve jornada eran un ‘aviso’ claro) y un Barça Atlètic que llevaba la iniciativa, pero con escasas ideas. De lo más rescatable de los primeros 45 minutos, un Juanda Fuentes que puso un par de balones bastante interesantes a Roberto. Pero el ex del Málaga no atinaba a rematar ninguno.
En el 23’, Álvaro Sanz aprovechaba una pérdida visitante y disparaba seco desde la Fontal. El balón pegaba en el lateral del palo del arquero brasileño Lucas Anacker. En la siguiente jugada, remate ligeramente desviado de Nana a la salida de un córner. Lo más destacado a nivel de producción ofensiva en tres cuartos de hora poco menos que soporíferos en el Johan.
NI EL IRREVERENTE ILIAS
Tras el descanso, poco más nos aportaron los dos equipos para reflejar en una crónica sudada. Márquez intentaba dinamizar un poco el ataque con Ilias Akhomach, pero el ‘30’ tampoco era capaz de penetrar en una defensa numantina. Recital de orden y disciplina el que dio el Cornellà en el Johan Cruyff. Los de Gonzalo Riutort tenían muy claro a lo que iban y se llevaron el botín. Merecido porque no cometieron errores y generaron pura frustración en su rival.
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De hecho, de toda la segunda mitad tan solo podemos rescatar un remate acrobático de Txus Alba tras un desplazamiento magnífico de Pelayo de 40 metros. Lucas, atento, atajaba bien. Impotencia hasta los últimos compases por parte de un filial que enlaza cinco partidos sin ganar y que tiene solo un punto de margen ya sobre el descenso.