El conjunto azulgrana se impuso gracias a un gol de Tarín al poco de comenzar el partido y otros dos de Munir El Haddadi (el segundo de ellos espectacular, con una increíble vaselina desde el centro del campo).
Los de Jordi Vinyals, sin embargo, no lo tuvieron fácil para doblegar a un Benfica que en semifinales había arrollado al Real Madrid por un contundente 4-0. El conjunto luso dio muchos problemas con su intensa presión por todo el campo, pero fue incapaz de traducir su dominio y sus numerosas ocasiones en goles. El 0-3 no reflejó, en definitiva, la enorme igualdad de una final apasionante.
El Barça se adelantó en el 9' por mediación del central valenciano Tarín, que remachó al borde del área pequeña una buena acción individual desde la derecha de El Haddadi (1-0).
Poco después, en el 13', el Benfica perdonó el empate al fallar Romário Baldé un penalti por derribo de Godswill a Rochinha.
El Barça sufrió lo suyo, pero sentenció el duelo en su segundo remate a puerta. Munir El Haddadi culminó a placer en el área una gran acción individual del rapidísimo Adama por la derecha (0-2, 33').
A pesar del resultado, el Benfica continuó llevando el peso del juego, pero fue incapaz de culminar en gol ninguna de las muchas oportunidades que dispuso, antes y después del descanso. El meta Ondoa fue providencial con sus paradas.
Ya al filo del final, con los portugueses volcados en ataque en busca de recortar distancias, El Haddadi marcó el 0-3 con una genialidad propia de su gran habilidad. El '9' azulgrana vio adelantado al meta Graça y le batió con una vaselina desde el círculo central, aún en propio azulgrana. El bigoleador madrileño, de origen marroquí, asombró por su calidad y fue de lo mejor del partido.
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De este modo, la cantera azulgrana sumó un nuevo título para sus vitrinas: la primera Champions juvenil, nada menos. Los Ondoa, Riera, Tarín, Ortega, Moha, El Haddadi y compañía hicieron historia. Una generación que sube con fuerza.