Algún día le tocaba al filial salvar los muebles en los últimos minutos. Le tocó cruz en Ejea cuando lo encajaron ellos y hoy salió cara ante el Ebro. Los de García Pimienta salvaron un punto vital con un gol de Araujo en el último minuto de partido. Merecido tras una primera mitad donde los azulgrana pudieron marcharse con renta favorable.
El viento fue un condicionante durante todo el partido y en la primera mitad el Barça jugó con éste a favor. Las dificultades para salir jugando y la buena presión del Ebro obligaron tanto a Araujo como a Cuenca a abusar del pase largo buscando la espalda de los centrales y la velocidad de Hiroki Abe y de Kike Saverio.
Precisamente en una de ellas, el central local vio como el balón lo superaba al medir mal la caída y dejó solo a Saverio ante Loscos pero el ecuatoriano, con todo el tiempo del mundo para pensar la mandó demasiado centrada y el portero pudo despejarla con el pie.
Fue la mejor del primer tiempo junto a un remate de cabeza de Reis que también entró solo pero no le pudo dar ni la potencia ni la dirección indicada pese a que parecía que el gol estaba cantado. El Barça dominaba, tenía pocas ocasiones pero las que tenía eran muy claras. El Ebro por su parte ni inmutó a Iñaki Peña.
Pero todo el buen trabajo hecho hasta el momento se esfumó en cinco minutos terroríficos de los de García Pimienta. Primero una entrada desmesurada de Cuenca facilitó un libre directo para los aragoneses peligroso. De allí nació el primero del partido. Iñaki Peña no blocó la pelota en su estirada, la dejó muerta y el despeje de Hiroki Abe forzado por Álvaro acabó dentro.
Al Barça B le costó reaccionar al gol y el Ebro desaprovechó buenas oportunidades para ensanchar la diferencia en el marcador. No fue hasta una caída de Araujo dentro del área que los de García Pimienta no reaccionaron. Caída que fue penalti claro por agarrón al charrúa pero que el colegiado hizo caso omiso.
Los azulgrana, hoy de amarillo, empezaron a recuperar posesión de balón y los aragoneses, con el marcador a favor, iban dando pasitos para atrás para amarrar el resultado. La entrada de un nueve fijo como Abel Ruiz también contribuyó a la mejoría.
NOTICIAS RELACIONADAS
La alegría tardó en llegar pero llegó. Un disparo de Guillem Jaime en el 95 de partido acabó escupiendolo el palo para que Araujo, de 'killer' en el descuento, rematara a gol y regalara un punto de oro a los de García Pimienta que suman ya cinco jornadas sin perder.