Lo que ocurre en un Corinthians-Plameiras, uno de los clásicos brasileños con más rivalidad, acarrea consecuencias mayores. Y en la edición de este sábado (a las 24:00 CEST), correspondiente a la 22ª jornada del Brasileirao, quien puede salir maltrecho es Sylvinho. Las voces que piden su sustitución al frente del Timao se multiplican y el exlateral del Barcelona, que solo lleva cuatro meses en el cargo, necesita un actuación convincente para acallar a los críticos y sentirse fuerte y ratificado.
Sylvinho ha tenido el mérito indiscutible de sacar a su equipo de la zona peligrosa de la clasificación e instalarlo en la parte noble (es sexto con acceso a la fase previa de la Libertadores). Ahora, sin embargo, se le exige mucho más. Ya no es una temporada de transición con la llegada en los últimos dos meses de figuras contrastadas como Giuliano, Renato Augusto, Roger Guedes y Willian, que es la guinda del pastel.
Al exblaugrana se le echa en cara la mala trayectoria en casa. Son 10 puntos sumados de 33 posibles, en la peor racha de un técnico corinthiano desde que se inauguró la Neo Química Arena en 2013. Y, este sábado, tiene el reto de romper la tendencia negativa de los suyos ante el Palmeiras.
La última victoria corinthiana en el derbi fue en julio de 2020. Desde entonces, son tres triunfos del Verdao y cuatro empates: con victoria en la final del Campeonato Paulista 2020 y un 4-0 en el Brasileirao de la temporada anterior. Abel Ferreira, como técnico palmeirense, aún no conoce la derrota en este clásico.
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A favor de Sylvinho está el hecho de que el Palmeiras se juega la temporada el martes, en Belo Horizonte, en la vuelta de las semifinales de la Copa Libertadores ante el At. Mineiro. Todo está en abierto tras un anodino 0-0 de la ida. Con toda la plantilla disponible - quizás la más profunda del fútbol brasileño -, el técnico portugués podría reservar alguna piezas pensando en la batalla del Mineirao. El Timao, en cambio, lo pondrá todo consciente de la trascendencia del encuentro.