Tiene una nueva oportunidad y no piensa desaprovecharla. Alan Ruschel fue uno de los seis sobrevivientes de la tragedia aérea de 2016, cuando murieron 71 personas de la delegación de Chapecoense que viajaba a Medellín para jugar la final de la Copa Sudamericana. El lateral acaba de desvincularse del Chape y firmó con Goiás. Lo hizo por pedido del técnico Ney Franco, que ya lo había dirigido en el equipo de Santa Catarina.
Uno de los motivos que llevó a Ruschel, de 29 años, a aceptar la oferta, fue que estaba siendo postergado en el Chape. En 15 fechas del Brasileirao, apenas jugó seis partidos y ninguno completo.
"Voy a probar que no dependo de la piedad de nadie", dijo. Y agregó:"Quiero cerrarle la boca a los que dicen que ya no puedo jugar y que me ponen por lástima".
Reto enorme
"Un desafío que tuve en mi vida fue volver a jugar a un alto nivel. Gracias a Dios lo conseguí, que era lo más importante. Ahora tengo un nuevo desafío. Primero pienso demostrarme que no dependo de la pena de nadie. Y demostrarle a Brasil lo que muchos no ven y creen que estaba en Chapecoense sólo porque el club me hacía un favor. Voy a Goiás para mostrarle a Brasil que puedo jugar a un alto nivel", explicó.
NOTICIAS RELACIONADAS
Tras el accidente, en casi tres años, Ruschel jugó 42 partidos y metió dos goles. De todas maneras, Alan Ruschel llega bajo presión: el ex presidente del club Hailé Pinheiro, un histórico, declaró que sólo por milagro podrá serle útil al equipo.