El ganador del premio Puskas en la pasada gala del Balón de Oro 2015, Wendell Lira, regresó a Brasil emocionado por el galardón pero asumiendo que debe volver a la realidad.
Una realidad muy diferente a la de las estrellas reconocidas que asistieron a la gala de la FIFA, como Cristiano Ronaldo, Lionel Messi, Neymar Jr o Andrés Iniesta, entre muchos de los jugadores en activo de la actualidad.
Y es que, aunque el jugador brasileño -que actualmente milita en el Vila Nova- consiguiera el Puskas al mejor gol por encima de Messi y Alessandro Florenzi, su vida cuotidiana no es como la de esos futbolistas. Wendell además de jugar en las filas del conjunto de la Serie B brasileña, trabaja en una cafetería junto a su madre -tras estar varios meses en paro- para poder conseguir otros de sus objetivos: comprarse una casa.
"Mi foco es tener mi propia casa" afirmó a medios brasileños. Cabe destacar, que la FIFA no concede ningún tipo de premio económico para los galardonados de dicha gala.
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Por tanto, aunque para Wendell Lira el Puskas significa un paso adelante en su carrera profesional, horas después volvió a su realidad. La vida de un jugador de futbol, que por un lado lucha por llegar a ser mejor futbolista y por el otro, busca construir un hogar -junto a su pareja e hija-.