El fútbol brasileño no sale de su asombro. La emboscada que sufrió la delegación del Fortaleza, después de jugar entre semana un partido de la Copa do Nordeste, ante el Sport Recife (1-1), estuvo a un paso de terminar en tragedia.
A la salida del estadio Arena Pernambuco (uno de los recientes construidos, por cierto, para el Mundial 2014), el autocar que llevaba la plantilla, el cuerpo técnico y los dirigentes del Tricolor de Aço sufrió lo que en Brasil ya se ha catalogado como "un atentado" por parte de un grupo de vándalos e incontrolados que todavía no han podido ser identificados.
El vehículo sufrió el impacto de una lluvia de piedras de grandes dimensiones y de material explosivo y pirotécnico, lo que provocó la ruptura inmediata de las lunas... y lo que es peor: hasta seis futbolistas del Fortaleza tuvieron que recibir asistencia médica. El susto fue tremendo.
Tras la agresión, el autocar del Fortaleza fue directo a un centro hospitalario de Recife. Quién se llevó la peor parte fue el lateral argentino Gonzalo Escobar, que jugó en España en el Ibiza, que sufrió un trauma craneoencefálico, además de un corte en la boca y otro corte en la ceja. Tuvo que pasar por un TAC para determinar el grado de las lesiones padecidas.
Al día siguiente, en el desembarque de la delegación del Tricolor en el aeropuerto internacional de Fortaleza, fue posible tener una noción de lo ocurrido al poder verse varios futbolistas con vendas en las extremidades.
"Quiero avisarles que estoy bien. Acá más tranquilo en casa, por suerte no pasó una tragedia. Tengo 13 puntos en la cara, pero pronto estaré de vuelta a la batalla. El resto se va a ocupar la justicia", explicó Escobar a través de su cuenta personal en una de las redes sociales.
Futbolistas del Fortaleza como Marinho, que jugó en el Santos y el Flamengo, catalogó como "espeluznante" los momentos vividos durante la emboscada y exigió "un castigo severo" a los autores del ataque.
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La CBF, por su parte, aseguró en una nota oficial que "seguirá implacable" y que realizará todas las acciones pertinentes para limpiar de violencia el fútbol brasileño.