Desde este viernes hasta el próximo lunes, muchas zonas de la Península Ibérica se enfrentan a una brutal subida de las temperaturas que nos dejarán con máximas superiores a 44 grados en buena parte del sur y este del país. Se recomienda, por lo tanto, que se limite la actividad en exteriores durante las horas centrales del día, y en caso de que no se pueda evitar, beber mucho líquido para evitar la deshidratación.
Las zonas más afectadas vuelven a ser las habituales en estos episodios: el sábado y domingo el calor más persistente se encontrará en Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y la Comunidad de Madrid; en las tres primeras las máximas podrían alcanzar los 45 grados en localidades como Ciudad Real, Córdoba, Sevilla, Écija o Andújar, mientras que en Madrid se esperan 42 grados para la jornada dominical.
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Pero es el lunes cuando tendremos una situación más grave en buena parte del este peninsular: Murcia superará con casi total seguridad los 47 grados, mientras que localidades del interior de Alicante, Valencia, Zaragoza, Teruel o Lleida estarán en torno a los 40. Por fortuna, no estamos ante una ola de calor por la brevedad del episodio de altas temperaturas: el martes estas descenderán entre 5 y 10 grados, mientras que se quedarán estables en el norte, zona en la que ningún día se alcanzarán las máximas que viviremos en el resto del país.