La imagen que ha compartido el Instituto Geográfico Nacional (IGN) esta mañana es bastante clara respecto a la situación que se está viviendo desde hace varios días en la isla de La Palma: tras miles de terremotos en menos de una semana, algunos de los cuales han sido perceptibles por la población, se está produciendo una acumulación de magma a profundidad que podría derivar en una erupción a corto o medio plazo. Esto se puede saber gracias a que se ha elevado el terreno hasta 6 centímetros en el suroeste del territorio.
Pero hay otros datos que podemos extraer de esta imagen de la deformación del suelo: zonas del Tijarafe también se han elevado hasta 6 centímetros (cuando el aumento del terreno era solo de 1,5 centímetros hasta el día de ayer), mientras que el norte de la isla ha descendido otros 6 centímetros al mismo tiempo. Todo esto es normal en un proceso de reactivación volcánica y no lo aprecia la ciudadanía, pero ya se dice que la evolución está siendo muy rápida, y no se descarta ningún escenario.
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El comité del Pevolca ha concluido que es posible que haya terremotos de mayor intensidad después de que la profundidad de los terremotos comenzase a los 15 o 20 kilómetros, ayer subiesen hasta los 7, y hoy ya se hayan registrado algunos de forma superficial (entre 0 y 1 kilímetros). Lo que no se puede predecir es si habrá o no erupción volcánica, aunque de haberla, lo más probable es que sea leve y no afecte a la población.