El tenis convertido en arte. Así lo ha interpretado el artista estadounidense Asad Raza en su exposición 'Sin título (trama para el diálogo)', instalada en la iglesia de San Paolo Converso de Milán.
Raza entiende el tenis como una oportunidad para relajarse y meditar y la muestra sugiere una reflexión sobre la necesidad de las actividades recreativas en una sociedad basada en el trabajo. Por eso ha instalado una pista de tenis en la nave central de una iglesia que dejó de ser consagrada en 1808 por decreto de Napoleón y que habitualmente está cerrada al público.
Ahora ha abierto sus puertas para que los visitantes vivan una experiencia única. Les recibe un técnico que les entrega unas raquetas y unas bolas con las que pelotear. Así, ellos también forman parte de esta muestra artística.
Un par de estatuas delimitan el espacio y unas redes protegen los frescos originales del siglo XVII que representan la conversión, el bautismo, el milagro y el martirio de San Pablo (Paolo en italiano).
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En la actualidad acoge un estudio de arquitectura y en el pasado fue un sala de conciertos para música sacra e incluso un estudio de grabación que llegó a tener visitantes tan ilustres como la cantante de ópera Maria Callas.