Uno de los medicamentos más consumidos en España es la aspirina, un fármaco cuyo principal objetivo es reducir los dolores leves o moderados, y disminuir la fiebre elevada. Son muchos los ciudadanos que lo utilizan para dolores de cabeza, dental, menstrual, muscular o de espalda, pero el Centro de Información de Medicamentos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) avisa sobre sus efectos secundarios.
Los comprimidos de 500 mg de aspirina pueden generar efectos adversos frecuentes (entre 1 y 10 de cada 100 personas), consistentes en:
- Dificultad para respirar (asma, espasmo bronquial), congestión nasal y rinitis.
- Manifestaciones dermatológicas: erupciones cutáneas y urticarias.
- Molestias estomacales: úlcera de estómago o de intestino, sangrado gastrointestinal, dolor de abdomen, digestión pesada, ardor, acidez, náuseas y vómitos.
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También existen otros efectos secundarios más extraños que afectan entre 1 y 100 pacientes de cada 1.000 personas: trastornos en el hígado y síndrome de Reye entre ellos.